lunes, 12 de enero de 2015

Nellys Prado, una vida dedicada al modelaje


 Nellys Prado modelando para Raemra.
Fotografía: Juan Solis.
 "Comúnmente la sociedad ve el modelaje como algo banal, no todo es saber caminar o maquillarse. También es importante la expresión corporal, siempre se ve a un líder con una buena postura, eso demuestra seguridad en sí mismo", dijo 

 María Alejandra Vegas 


     Un timbre estilo barroco avisaba alegremente la llegada de alguien, al fondo se escucharon unos pasos. Acto seguido apareció en la entrada una mujer esbelta, de buena figura y postura erguida, que abría completamente la puerta de su casa y de su historia. 
     
     Un breve pasillo lleva a un salón con paredes verdes en distintas tonalidades, al fondo una vista panorámica brinda un plano general de la ciudad, del lado izquierdo un mueble exhibe fotos familiares, del otro lado se encuentra un muro repleto de fotos y publicaciones periodísticas que hacen referencia a una mujer de tez muy clara y ojos verdes: Nellys María Prado Hernández. 

     Nació en Maracay, estado Aragua, con el pasar del tiempo su familia decidió escoger Valencia como ubicación definitiva. A los 13 años tuvo su primera experiencia en el modelaje, recordó con nostalgia que su hermano, quien falleció hace aproximadamente seis años, fue quien la sumergió en este mundo, cuando la seleccionó como madrina de su equipo de softball. 

"Fue un golpe de suerte inesperado para mí, para mi familia, para todos, porque como le comentaba hace poco a mi hija, de niña no fui nada graciosa, más bien fue como el cuento del patito feo. Afortunadamente me llegó la adolescencia con una serie de cambios, entre los cuales estaba una estatura de un metro sesenta y ocho a los doce años". 

     Sus padres, al ver que tenía talento y disfrutaba de esta actividad, decidieron apoyarla en posteriores proyectos, lo que trajo grandes oportunidades. Su madre, Nellys Hernández de Prado, tomó la iniciativa de inscribirla en una academia de modelaje, hoy en día recuerda con mucho cariño a sus primeros tutores Luigi y Eduardo Kano. 

        Relató alegremente mientras movía sus manos, cuyas uñas vestían un rosado pastel, que en el año 1989 participó en el Reinado Internacional de las Ferias de Venezuela en Valencia junto a 77 chicas y obtuvo el primer lugar. Este concurso fue transmitido por la más importante cadena televisiva de Venezuela: Venevisión, en una edición de Súper Sábado Sensacional, con Gilberto Correa como encargado de animar el evento. 

      Más tarde, el concurso Chica 2001 se interesó en tenerla como participante y quedó seleccionada como segunda finalista del certamen. También tuvo la oportunidad de ir al Miss Venezuela, con la banda del estado Miranda, pero decidió desertar a mitad del concurso, pues se identificó más con el trabajo de modelo que con el de reina de belleza. 

     Esta mujer es muy familiar, muy unida a sus hermanos, pero especialmente a la única fémina además de ella, quien siempre fue su compañera de aventuras: Ynescar, la diseñadora de modas que siempre la vistió para sus concursos y estuvo presente en cada proyecto. 

       Nellys Prado modeló muchos años para la empresa automovilística Toyota y sirvió de intermediaria para la búsqueda de nuevos rostros, así que para 1996 fundó en Caracas una agencia de modelaje, producción, protocolo y diseño de modas, junto a su hermana. 


Prado posa en el centro junto a sus promotoras en la Feria Ganadera 2003.
"Siempre me gustó hacer un buen trabajo, siempre fui exigente conmigo y con los demás, y muy responsable ante todo. Las puertas se abrieron solas". 

         Ocho años más tarde, se mudó a Valencia y abrió las puertas de la academia y agencia de modelaje que llevaba su mismo nombre, ahora destinada a la formación de nuevos talentos. Sus experiencias como modelo sirvieron de base para la construcción del pensum de dicha institución, pues su objetivo es lograr la belleza integral. 

           Con la decepción clara en su rostro, narra que mientras fue modelo y reina de belleza vio las deficiencias presentes inclusive en el Miss Venezuela, le parece inaceptable que las participantes no sepan expresarse y hagan notar un vacío. Esto dio ánimos a crear un nuevo tipo de educación que brindara conocimientos generales para quienes lo recibían. 

"Comúnmente la sociedad ve el modelaje como algo banal, no todo es saber caminar o maquillarse. También es importante la expresión corporal, siempre se ve a un líder con una buena postura, eso demuestra seguridad en sí mismo". 

        Le produce satisfacción saber que hoy en día sus aprendices son mujeres integrales, exitosas, responsables y con una educación distinta a la que puede encontrarse en otras academias del país. Se siente orgullosa y es consciente de la influencia que tuvo para el crecimiento personal y profesional de la mujer venezolana. 

          A pesar de los 15 pisos de altura que separan al apartamento de la calle, el sonido de una podadora de césped se colaba a través de las ventanas y la presencia del olor a lluvia reciente hacía compañía en aquella tarde donde la ex reina de belleza contaba los buenos recuerdos que aún conserva de su vida sobre las pasarelas. 

Maternidad como rol 

       Al hablar del cierre de su academia sus ojos derramaron sinceras lágrimas y buscaron inmediatamente a lo que ella describía como lo más bonito de esta vida: su hija. Le tomó unos minutos reponerse luego de detener la entrevista por el sentimiento que le produce hablar de Luz María, la niña corrió a abrazarla para apaciguar las emociones.

         Hace aproximadamente seis años, cerró las puertas de su academia de manera temporal para dedicarse por completo a su hija. Actualmente hace planes para retomar su proyecto. Alegremente espera que su hija tome su ejemplo y enseñanzas para su estilo de vida y en el futuro, pueda ser una mujer integral.

Nellys Prado en la actualidad.

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